lunes, 4 de abril de 2011

Visita Museo Antropológico


Ayer, aprovechando el cambio de hora (aquí en México ha sido una semana después que en Europa), he ido a dar un paseo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. El INAH abarca desde las primeras edades del hombre en la tierra, hasta las culturas actuales, pero sobre todo basa su núcleo en las culturas locales prehispánicas: la azteca y la maya.

Los domingos son los días en que los museos abren al público de forma gratuita. Muchos de ellos se encuentran en el bosque de Chapultepec, que en estos días está precioso por el florecimiento de la Jacaranda, un árbol típico de aquí con unas flores moradas que han empezado a tapizar los suelos de la ciudad. Chapultepec se encuentra a unos 5 minutos andando desde mi casa y los domingos se encuentra lleno no sólo por los museos, el lago o el zoológico; si no también por la gran cantidad de puestecillos que montan en los principales caminos, y que venden desde comida y bebida “take away” a todo tipo de productos. Ya cerca del INAH pude presenciar “la danza de los voladores”, que tras la llegada de los españoles pasó a denominarse “juego” para poder seguirse realizando sin miedo a las represalias, pero en realidad era un ritual religioso con complejos significados cósmicos, calendáricos y astrales.

El museo se organiza en torno a un gran patio central donde se encuentra el “paraguas”, que es una gran cubierta sustentada en su punto central por un único pilar labrado en piedra verde alrededor del cual se precipita una cascada de agua y luz. Alrededor del museo hay zonas arboladas que prestan apoyo a las salas, ya que allí se exponen reproducciones a tamaño real o escala de recintos o templos. El recorrido sugerido comienza en los albores de la humanidad, centrándose especialmente en la zona conocida como Mesoamérica que incluye geográficamente lo que hoy en día es México, y recorre la planta baja avanzando en el tiempo abarcando todo el periodo prehispánico. La primera y última planta expone de forma más somera la cultura actual de las distintas localidades, ya que en realidad hay más museos enfocados a esa parte.

Una vez dentro de las salas, y ya que os podéis imaginar la magnitud de lo ahí expuesto, me centraré en tres salas que se corresponden a Teotihuacán, los Mexicas o Aztecas, y por último los Mayas.

Teotihuacan significa “Lugar donde fueron hechos los dioses”, y es un nombre que le fue dado por los mexicas, ya que se desconoce como lo llamaban sus habitantes originarios antes de desaparecer. Su punto álgido arranco en los años 100-200 d.C. y su decadencia se inicia en el 650. Estructurada en torno a 2 ejes axiales, destaca el eje Norte-Sur conocido como la calzada de los muertos. Pese a que durante su decadencia se destruyó gran parte de la ciudad, a nuestros días han llegado los elementos más importantes en parte debido al gran culto que se le rindió a la zona a través de toda su historia.

Entre estos elementos principales, destacaría 3 pirámides: la del Sol, la Luna, la de la serpiente emplumada o “Quetzalcóatl”. Para entender su historia, es también conveniente conocer su leyenda que explica que fue aquí donde el Sol y la Luna empezaron a ser dioses y se elevaron hacia el cielo, como testimonian las 2 pirámides que les consagraron. De las primeras pirámides destaca su monumentalidad (sobre todo de la primera), pero de la tercera lo más impresionante es la laboriosidad y profusión de las esculturas que la adornan. En el museo se puede ver una reproducción que recupera el que se supone que fue su cromatismo original, que al igual en las ruinas griegas, se ha perdido por completo en los monumentos originales.

Teotihuacan a día de hoy sigue siendo uno de los principales monumentos de visita y se encuentra a unos 50 km del DF, por lo que algún día no muy lejano espero poder ir en persona, ya que desde la visita al museo ando con los dientes largos. Así mismo, el día más importante es el equinoccio de primavera (21 de Marzo), en el que la gente acude a la ciudad a recargar energías y ser purificado.


Para no alargarme mucho más, ya que me está quedando una entrada bien hermosa, incidiré en que el Mexica es el pueblo que se ubicó en la cuenca de México en 1325 en los islotes de Tenochtitlan (en honor a Tenoch, el emperador que los llevó allí), momento en el que se desarrolla la famosa profecía de la imagen del aguila devorando una serpiente sobre un nopal. Los Mexica son más conocidos por nosotros como el pueblo Azteca, y rindieron fuerte devoción a la zona de Teotihuacan, declarándose sus herederos.

La piedra del Sol es uno de los monolitos más antiguos que se conserva de su cultura, y se encontró en el Zócalo (plaza principal en elcentro del casco histórico del DF) donde debió ser enterrado al consumarse la conquista de México. Resumen de la completa cosmogonía mexica, muestra el rostro de Xiuhtecuhtla quien emerge del agujero de la tierra sujetando un par de corazones humanos. Debió de ser utilizado con el proposito de sustentar la lucha de los guerreros en la ceremonia del Tlacaxipehualiztli. Injustificadamente se le llama calendario Azteca.


La Maya es la otra gran cultura que convivió en lo que se conoce como periodo clásico con los Mexica, pero a diferencia de estos se extendió por otros países como Guatemala, Honduras o El Salvador, durante un periodo de unos 3000 años. Son muy conocidas las reminiscencias de sus ciudades por formar parte del típico pack turístico que lo une a las playas de Cancún en el llamado “destino de la Riviera Maya”, de las que destacan las ciudades de Tikal o Quiriguá, o el centro religioso de Cancuén.

Espero que no me tengáis en cuenta que profundice tan poco en el pueblo Maya y Mexica, pero me parece que sería una labor muy bestia para abordarla aquí y por ello sólo me remito levemente a lo que pude ver en el INAH, ya habrá tiempo si tal y como pretendo puedo ir visitando algunas de las localizaciones, y de ir ampliando la información,ya con datos sobre el terreno. (Por cierto, recordad que clickando sobre las imagenes se abrirán en una nueva ventana con mayor tamaño)

Para concluir, qué mejor que una cervecita en la cafetería del museo mientras leía algún panfleto que había compradode estos 3 temas, y recuperaba fuerzas para ver la primera planta y la exposición temporal, que reproducía infográficamente los grandes y más majestuosos asentamientos y ciudades de la época clásica en mesoamérica.

6 comentarios:

  1. Esa cerveza puede ser la mejor del mundo y con unos jalapeños está de cine, claro que puede quemar.....

    ResponderEliminar
  2. Se nota que te has currado los comentarios

    ResponderEliminar
  3. muy interesante miguel... veo que te estas empapando bien de la cultura mexicana. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. De las que he probado, me quedo con la Negra Modelo o la Dos Equis...
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Venga juego!

    Dani, obviamente has tenido que probar la cerveza "Coronita", cerveza por cierto que sólo se llama así en España, ya que en el resto del mundo la marca es "Corona" (si bien es cierto que en su versión de botellín se conoce como coronita al ser más pequeña que la típica de 355). Esto se debe a un problema de copyright con la marca de tabaco Corona que ya operaba en España al querer introducir la cerveza. Corona pertenece al grupo de cervezas Modelo.
    Os adjunto un enlace con un top 10 de cervezas mexicanas, que espero poco a poco ir tachando de la lista! (algunas ya han caído)

    http://www.elgrancatador.com/2010/05/07/las-mejores-cervezas-mexicanas/

    Sobre la pregunta de Juanma, los precios son similares al cambio a lo que puede costar tomarse una cerveza nacional de estas caracteristicas por España en un bar.
    En tiendas sí obviamente la diferencia es mayor, comparando 2 bodegas importantes como Sta Cecilia en Madrid y la Europea en Df, y tomando como referencia la botella de tercio de Corona, el precio sería de 1€ frente a 0,6€. La Modelo negra de la que hablaba Dani es de 1,17€ frente a 0,57€.

    ResponderEliminar